29.12.11

Una de efectos inesperados



Esta imagen fue publicada hace ya un tiempo (en 2008) por The Arabist junto al comentario: "No serás capaz de pararlas [a las moscas: los hombres], pero puedes protegerte. ¡El que te creó sabe lo que es mejor para tí!".

Sin embargo, esta imagen que pretendía ser propaganda pro-hijab ha tenido un efecto imprevisto que aplaudo. 

En el blog de Aliaa Elmahdy, Reem Abdel Razek nos cuenta su historia con el hijab. Nos cuenta cómo a los 10 años, viviendo en Arabia Saudí, su padre le obligó a comenzar a llevar el hijab para que los adultos dejaran de considerarla como una mala chica. El suceso que desencadenó la decisión de su padre fueron los comentarios de otro hombre adulto cuando la niña de 10 años estaba jugando despreocupadamente en un parque de atracciones con su hermano pequeño. 

Ocho años después, le enviaron esta imagen, y le llegó a lo más profundo. Cuando se miró en el espejo tras ver esta imagen, lo que vio no fue un chupachups, sino un ser humano con cerebro, sentimientos, emociones. Leyó críticamente sobre el velo y decidió que no era para ella. Le llamaron puta, lunática, zorra, le torturaron, le humillaron y la echaron de casa. 

Quienes idearon esta imagen del chupachups, seguro que no se veían venir esta reacción. Afortunadamente, los enunciados, las imágenes, los mensajes, están abiertos al fracaso, y en ese fracaso podemos encontrar la fuerza para subvertir el mensaje que nos pretenden hacer llegar y lanzar nosotras nuevos mensajes con nuevos significados. 

28.12.11

Stella Marrs

Hoy inauguro mis posts sobre Stella Marrs. Van a ser muchos, porque hay tanto que ver sobre esta mujer que me parece mal poner todas las imágenes apelotonadas en un pobre único post. 

Stella Marrs es una artista interdisciplinaria que se ocupa de temas de feminismo y medio ambiente, principalmente. A mí me encantan sobre todo sus postales, de las cuales voy a ir poniendo ejemplos. No hay mucho que explicar, sus imágenes y los mensajes cortos que superpone a ellas lo dicen todo.

La mujer media come entre 4 y 10 libras de pintalabios a lo largo de su vida.
El trabajo de una buena ciudadana es mantener la boca Abierta.
Esta máquina mata fascistas.

27.12.11

Cómo odio Disney

No me había enterado hasta hoy de una de las perlas de la nueva alcaldesa de Madrid, la legionaria de cristo Ana Botella. Dijo en 2003:  "La Cenicienta es un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar, busca consuelo en el recuerdo de su madre".

Esto me ha hecho pensar en la rabia que le tengo a Disney por los horribles estereotipos heterocentristas y capitalistas que pretende inculcar en la infancia. Los roles de las mujeres son a menudo sumisos, resignados, atendiendo a la belleza como única virtud que poseen. El destino que persiguen: casarse. Se puede decir que los roles que Disney ha presentado han ido cambiando a la par que la sociedad, y que últimmaente podemos ver roles de mujeres más fuertes y dinámicas, como Mulán o Pocahontas. Pero el mensaje de fondo del mito del amor heterosexual romántico no ha desaparecido.

Amor, amor, amor, amor, amor.


Me he acordado también de la existencia de un corto sobre la menstruación que Disney produjo por encargo de la empresa Kotex (de productos de higiene femenina) en 1946. En este corto podemos ver cómo se habla en un lenguaje aséptico de la menstruación, pero con un mensaje que viene cargado de lugares comunes: si conviene o no hacer ejercicio, qué se puede comer, si se puede estar guapa durante esos días, etc. Se nos muestran imágenes de niñas que se bañan y perfuman para borrar los rastros de lo que se presenta por otra parte como un proceso natural. Aquí dejo el vídeo (en inglés). 


26.12.11

Cómo me encanta Barbara Kruger


Barbara Kruger es una artista conceptual norteamericana que utiliza la técnica del collage para enviar simples pero efectivos mensajes sobre religión, sexo, estereotipos de género y raza, consumismo, ciencia, poder, entre otros temas.  

Barbara Kruger concibe a las personas como construidas por fuerzas sociales que se entrelazan y penetran hasta lo más profundo de nuestros cuerpos. Para Kruger, el poder se inserta en los cuerpos a través de las imágenes, pues las relaciones sociales están mediadas por ellas. Los medios de comunicación de masas, a este respecto, realizan un papel fundamental en la configuración de los sujetos: sus mensajes mediatizados por imágenes quedan grabados en las subjetividades de las personas que las reciben.

Su obra quiere subvertir esos mensajes utilizando asimismo imágenes. Para ello, parte siempre de imágenes estereotipadas, reproducidas y no originales, que destruye superponiéndoles mensajes cortos y directos. Al utilizar imágenes no creadas por ella rompe con lo que se entiende por un típico proceso artístico. 

En You are not yourself se muestra esta forma de trabajo: se trata de una imagen tomada del cine, fragmentada, con un mensaje que nos recuerda la inconsistencia de un sujeto soberano. Otra obra que evidencia esta construcción problemática de los sujetos es Your body is a battleground, creada para defender el derecho al aborto en 1989.

Aquí os dejo algunas de mis imágenes preferidas de Barbara Kruger. Y aquí podéis encontrar muchísimas más. 

Tu mirada me golpea la cara, 1981
Hemos recibido órdenes de no movernos, 1982
El dinero puede comprar, amor, 1985
No necesitamos otrx heroína/héroe, 1985
Vuestras obsesiones se convierten en ciencia, 1981

Es un mundo pequeño, pero no si tienes que limpiarlo, 1990
Super ricx . Ultra guapx . Extra delgadx . Jóven para siempre, 1997.

21.12.11

Mi aventura intersexual

Mi aventura intersexual (Orchids: My intersexual adventure) es un documental autobiográfico de la australiana Phoebe Hart. Phoebe Hart es una realizadora de documentales que emprende un viaje de autodescubrimiento para reconciliar la vergüenza y el secreto familiar que rodeaba su condición intersexual. Con la ayuda de su hermana Bonnie, hablará abiertamiente de su intersexualidad (sobre todo, con su familia, para tratar de romper el silencio familiar que planeaba sobre su vida temprana) y tendrá la oportunidad de conocer a otras personas intersexuales.






13.12.11

Homenaje a David Reimer (1965-2004)


David nació niño, sin ambigüedad genital alguna. Se le sometió a una operación de fimosis en la cual se cometió un error; como consecuencia de este error, el pene de David quedó irremediablemente quemado. Sus padres descubrieron en la televisión al doctor John Money, quien hablaba de sus éxitos en el Hospital de la Universidad John Hopkins realizando cambios de sexo en infantes con genitales ambiguos. Money explicaba cómo se puede intervenir en el género a través de la socialización, sobre todo a una edad temprana. 

John Money era y continúa siendo una eminencia en el campo del tratamiento de la intersexualidad. Como Suzanne Kessler nos indica en su texto “The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants”, casi todas las publicaciones en torno al tratamiento de la intersexualidad en bebés han sido escritas o co-escritas por John Money, catedrático de psicología médica y catedrático de pediatría, director de la unidad de investigación psico-hormonal durante años en la Universidad y el Hospital John Hopkins. Las publicaciones que no han sido escritas por él se refieren a él y a sus teorías sin cuestionarlas, dándolas por válidas. Kessler comenta que, en lo referido al tratamiento de bebés intersexuales, existe un consenso que es raramente obtenido en la comunidad científica.

Así, ante estas credenciales del doctor, los padres de David decidieron llevarle al Hospital John Hopkins para que fuese evaluado. Money, al examinar a David, recomendó convertirlo en una niña y se mostraba muy optimista con el caso. De hecho, Money se mostró entusiasta ante la oportunidad que había estado esperando para probar su teoría de maleabilidad social del género: David tenía un hermano gemelo idéntico que iba a ser criado con un género masculino. Así, Money podía probar que una socialización diferente podía configurar una identidad de género distinta en dos personas biológicamente idénticas. Money les ofreció a los progenitores de David una solución que parecía tener pocas contrapartidas, y así a los 22 meses de vida a David se le extirparon los testículos y pasó a ser Brenda. No se le realizó una vaginoplastia.

El recorrido de Brenda fue bastante turbulento pese a los esfuerzos del equipo médico de Money. Brenda rechazó los estrógenos que le ofrecieron los psiquiatras, prefería las actividades masculinas y rechazó la operación para tener una vagina real a pesar de las fotografías sexuales explícitas de vaginas y de mujeres en parto que Money le mostró, a pesar de las representaciones de falsos coitos con su hermano que le obligaron a performar y a pesar de los argumentos sobre las maravillas de ser una mujer que le presentaron las personas transexuales MtF con las cuales se tuvo que entrevistar.

John Money, predicando la completa maleabilidad del género, aseguró a los padres de Brenda que si ésta era criada como una niña, se sentiría como una niña; sin embargo, esto nunca ocurrió. Las misteriosas visitas al médico a las que ella y su hermano eran llevados le hacían (les hacían) sentir como si fueran seres extraños. Money les planteaba preguntas extrañas sobre sus fantasías eróticas: a Brenda, le preguntaba si soñaba con mujeres, a su hermano le preguntaba si tenía erecciones. Para ahondar en sus investigaciones, Money les presentaba fotografías pornográficas para evaluar las reacciones de su deseo, y les sometió a profundas inspecciones genitales.

Hay un suceso especialmente interesante en la adolescencia de Brenda, no tanto por la actitud de la propia Brenda sino por la reacción de sus compañeras de colegio. A Brenda, a pesar de no tener ya su pene, le gustaba orinar de pie; sus compañeras, cuando la descubrieron en tal posición, la amenazaron de muerte. ¿Qué puede haber de tan subversivo, de tan desestabilizador, en el hecho de que una niña pequeña orine de pie como para suscitar una reacción tan desmesuradamente violenta? En efecto, Brenda estaba, sin saberlo, violando una de las sacrosantas normas de género que ya desde la infancia se nos enseña a nunca violentar: sólo los niños orinan de pie. La violación de esta simple norma supone la desestabilización de todas las demás. Si esta norma es arbitraria, ¿por qué no lo son también todas las demás, todas las demás que nos afectan hasta en lo más profundo de nuestra identidad?

A pesar de que Brenda siempre rechazó desde el principio esta feminidad impuesta, John Money instrumentalizó su caso para mostrar que sus conversiones de género eran todo un éxito. En 1972, cuando Brenda tenía siete años, Money dio una conferencia en la Asociación Americana por el Avance de la Ciencia en Washington, D.C. en la que defendía el éxito de la intervención en el cuerpo y en la socialización de Brenda. Así mismo, señalando el mismo éxito, publicó en el mismo año Man and Woman, Boy and Girl. No fue hasta 1980 que Money paró de comentar públicamente el caso y nunca reconoció los fallos de su experimento.

Sin embargo, la reticencia de Brenda a encarnar la feminidad hizo entrar en escena a otro doctor, el único rival antagónico de Money que había sospechado durante tiempo de sus afirmaciones: Milton Diamond, quien defendía la existencia de una base hormonal para la identidad de género. En 1997 Diamond mostró en un artículo cómo Brenda había rechazado incansablemente su reasignación. En su adolescencia temprana, rechazó continuar tomando estrógeno. Dejó de ver a Money. Finalmente, a los 14 años, rechazó continuar viviendo como una chica.

Diamond, siguiendo su propia teoría, propuso redirigir el camino que sus genitales originales habían designado para él, y Brenda desapareció para devolverle su lugar a David. A los 14 años, David fue sometido a un tratamiento de hormonas masculinas y a una mastectomía (extirpación de los senos). Además, se le implantó un falo a través de cuya base podía orinar y que le permitía cierto placer sexual.

David, así, se vio colocado en el centro de una polémica entre maleabilidad (Money) o naturalidad (Diamond) del género. Por un lado, John Money, quien estaba seguro del éxito de la socialización para cambiar el género de una persona en la primera infancia. Aunque Brenda no se adaptaba a su papel de niña tan bien como Money pretendía y le irritaban muchos de los procedimientos a seguir, Money utilizó el caso de Brenda como paradigma del éxito de la resignación de sexo a través de la socialización. Para Money, lo masculino y lo femenino son totalmente maleables, son entidades culturales que no están irremediablemente ligados a la biología. Money considera fundamental el papel de la socialización para la producción de la identidad de género.

Por otra parte, está la postura de Milton Diamond, que piensa que el género de David estaba ligado a sus genitales iniciales. El género es una verdad interna y necesaria que está ligada a la biología. En este sentido, no puede ser nunca invertido, y tratar de hacerlo es una crueldad que, además, no conduce a la normalidad.

Sin embargo, fue la interpretación de Money la que cristalizó. Hasta tal punto fue aceptada la utilización de Money del caso de David/Brenda que ha penetrado incluso en la teoría feminista como instrumento para atacar el esencialismo y defender el papel de la cultura en la construcción de los géneros. Anderson y Zinsser en su Historia de las mujeres refieren a la obra de John Money y Anke A. Ehrhardt Man and Woman, Boy and Girl: The Differentiation and Dimorphism of Gender Identity from Conception to Maturity y la interpretación que realiza de esta obra Nancy Chodorow en The reproduction of Mothering: Psychoanalysis and the Sociology of Gender y afirman:

Muchos de los rasgos de carácter asociados a uno u otro sexo han demostrado ser un producto cultural y no biológico. Un caso clásico es el de dos gemelos varones idénticos, nacidos en los Estados Unidos a mediados del siglo XX, uno de los cuales fue castrado por accidente cuando niño. Sólo una educación diferente produjo una «gemela» y un «gemelo» a los cinco años. Como estas alteraciones precedieron a la producción hormonal, apuntan hacia el hecho de que gran parte del comportamiento esté controlado por la cultura y no por la naturaleza.(ANDERSON, Bonie S. y ZINSSER, Judith P., Historia de las mujeres. Una historia propia, Barcelona, Crítica, 2009, pp. 31 y 33. Como ejemplo del uso del caso de David/Brenda en la teoría feminista véase también MILLETT, Kate, Sexual Politics, New York, Doubleday, 1970).

La historia de David/Brenda, como hemos podido ver, se sitúa en el espacio en el que convergen los debates sobre la transexualidad y la intersexualidad. No es una persona intersexual, pues sus genitales no eran ambiguos antes de la cirugía negligente que los quemó; sin embargo, el tratamiento que recibió por parte de Money fue el mismo que el que reciben los bebés intersexuales. De hecho, la conclusión que sacó Money del caso de Brenda va dirigido al tratamiento de niños intersexuales en su primera infancia:

Ofrece una evidencia convincente de que la puerta de la identidad de género está abierta en el nacimiento de la vida de un niño o niña normal de una forma no menos que para uno nacido con órganos sexuales no acabados o para uno que haya estado sobreexpuesto al andrógeno o al que le haya faltado el andrógeno, y que permanece abierta durante al menos más de un año después de nacer

(Money y Green citados en BUTLER, Deshacer el género, p. 94).

Por otro lado, David/Brenda no es transexual, pero “podemos decir que juntos Brenda/David soportaron dos cirugías transexuales: la primera basada en un argumentos hipotético sobre lo que debería ser el género dada la naturaleza amputada del pene; la segunda basada en lo que debería ser el género a tenor de las indicaciones verbales y de conducta de la persona en cuestión” (Ibíd., p. 108).

El caso de David/Brenda es capaz de mostrar la crueldad del tratamiento que sufren las personas con genitales ambiguos, aunque los genitales sean ambiguos no de nacimiento sino como resultado de una negligencia médica. Podemos constatar a través de las vivencias de David/Brenda la brutalidad del tratamiento médico coercitivo e impuesto, y el daño que causan las cirugías no deseadas. El movimiento intersexual lucha por el cese de estas cirugías no deseadas y, yendo más allá, por conseguir ser aceptados, reconocidos, amados sin tener que ser corregidos, como si de errores de la naturaleza se tratase, para poder ser coherentes con respecto a las normas de género establecidas. Existen de hecho personas que viven y tratan de vivir en el espacio entre la clasificación binaria de mujeres y hombres, clasificación que “ni es exhaustiva ni es necesaria” (Ibíd., p. 99). 

Middlesex, de J. Eugenides



Este libro es, simplemente, una maravilla. 

Cuenta la historia de Cal, y de Calíope, y de su Oscuro objeto (de deseo), y de Desdémona y su hermano Lefty, y de Desdémona y su marido Lefty, y de su emigración a los Estados Unidos, y de cómo el gen recesivo que inhibe la 5-alfa-reductasa va viajando por las generaciones de los Stephanides. Y de otras muchas cosas. 

Aquí un fragmento:
"Nací dos veces: fui niña primero, en un increíble día sin niebla tóxica de Detroit, en enero de 1960; y chico después, en una sala de urgencias cerca de Petoskey, Michigan, en agosto de 1974.
(...)
En mi partida de nacimiento, mi nombre figura como Calíope Helen Stephanides. En mi último carné de conducir (de la República federal de Alemania), mi nombre de pila es simplemente Cal. He sido guardameta de hockey sobre hierba, miembro durante mucho tiempo de la Fundación para Salvar al Manatí, esporádico asistente a la misa ortodoxa griega y, durante la mayor parte de mi vida adulta, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Estados Unidos. Como Tiresias, primero fui una cosa y luego otra. Fui ridiculizado por mis compañeros de clase, convertido en conejillo de Indias por los médicos, palpado por especialistas y calibrado por Don Dinero. Una pelirroja de Grosse Pointe se enamoró de mí, sin saber lo que era (También le gusté a su hermano.) Un carro blindado me condujo a una batalla urbana; una piscina me convirtió en mito; abandoné mi cuerpo para tomar posesión de otros: y todo esto ocurrió antes de que cumpliera dieciséis años."

11.12.11

Acción del Comando Rosa

Acción Día Mundial del SIDA
El 1 de Diciembre... al Comando Rosa no le calla... ni el papa... ni el estado...ni las famaceúticas... ni Dios!!!!!!
El 1 de Diciembre... el Comando Rosa es... POSITIVO... REIVINDICATIVO... ERÓTICO-FESTIVO... PRESERVATIVO!!!!
El 1 de Diciembre... y TODO EL ANO (~)... TRANSMARIBOLLERAS luchando y disfrutando
COMANDO ROSA

Intersexualidad: emergencia social

El protocolo a seguir ante el nacimiento de un bebé intersexual es un protocolo de “emergencia médica" (Anne Fausto-Sterling, Cuerpos sexuados, p.65). Los protocolos que hoy aún se siguen en caso del nacimiento de un bebé intersexual son los protocolos dictados por los doctores John Money, J. G. Hampson y J. L. Hampson en 1955. Estos protocolos se basan en la teoría de género que estos doctores sostenían: la identidad de género es maleable hasta aproximadamente dieciocho meses.

El sexo del bebé ha de ser designado por el equipo médico (obstetra, endocrinólogo pediátrico, cirujano) en menos de veinticuatro horas para asegurar un desarrollo psicosexual normal al entregar a los progenitores un bebé sin ambigüedad. Para ello, se le ha de asignar al bebé el género adecuado y asegurarse de que todo el mundo (padre, madre, familia, amigos) se lo crean. Así pues, se considera que la crianza tiene un papel fundamental en la creación de un género. Sin embargo, aunque se considera que la naturaleza tiene un papel mínimo, se sigue considerando que sólo existen dos sexos «normales» y dos géneros que han de corresponderse con esos dos y sólo dos sexos.  

Los equipos médicos que toman la decisión de intervenir quirúrgicamente para borrar las ambigüedades del sexo de estos bebés acuden, para defender sus prácticas invasivas, a argumentos que tienen en cuenta el sufrimiento del futuro niño o de la futura niña en el vestuario –“ese lugar de ansiedad preadolescente sobre el próximo desarrollo del género”– (Judith Butler, Deshacer el género, Barcelona, Paidós, 2006, p. 98).

Es bastante ilustrativa de esta actitud la cita que recoge Fausto-Sterling del libro The Intersexual disorder de Christopher Dewhurst y Ronald R. Gordon, escrito en 1969: “Uno sólo puede intentar imaginar la angustia de los padres. Que un recién nacido tenga una deformidad … [que afecta] a algo tan fundamental como el sexo mismo de la criatura… es una tragedia que de inmediato evoca visiones de un inadaptado psicológico sin esperanza, abocado a llevar una vida de soledad y frustración como un monstruo sexual” (Fausto-Sterling, Cuerpos sexuados, pp. 67-68). 

Raramente los argumentos son médicos, raramente los genitales considerados como ambiguos son en sí mismos dolorosos o dañinos; se trata de una cirugía cuyo último propósito es normalizar y mantener el binarismo de sexo. Para ello, no se puede permitir en la sociedad la visión de cuerpos ambiguos –anatomías que no encajan en las categorías establecidas para lo masculino y para lo femenino– que puedan cuestionar la existencia y la necesidad de ese esquema binario; la ambigüedad de los intersexo es una amenaza. 

 Si bien es cierto que, dada la situación social actual, una persona intersexo puede sufrir a causa de la reacción de los demás al descubrir su ambigüedad, ¿es realmente la cirugía no consentida la mejor vía para tratar de suavizar el impacto de ese sufrimiento? Para Judith Butler, quizás trabajar para flexibilizar la categoría de lo que es humano pueda también ayudar: tratar de ampliar lo humano fuera del binarismo de sexo para dar cabida a cuerpos ambiguos que no pueden (ni quieren, en algunos casos) someterse a esta clasificación. Lo humano, hoy, “requiere morfologías ideales y la constricción de las normas corporales” (Judith Butler, Deshacer el género, p. 18).

Pero, ¿y si tratáramos de realizar un cambio de perspectiva como nos propone Alice Dreger en “When medicine goes too far in the pursuit of normality” (Alice Dreger, “When medicine goes too far in the pursuit of normality”, The New York Times, 28 de julio de 1998) y tratáramos de trabajar para eliminar los estereotipos sociales y no para eliminar las “anomalías” físicas?

¿Por qué no arreglar los vestuarios y no los genitales?

INTERSEXUALIDADES

Comienzo hoy una serie de posts sobre un tema que me apasiona y que considero fundamental tener en cuenta: la intersexualidad.

Las personas consideradas como intersexo son aquellas personas cuyas anatomías o, más concretamente, cuyos órganos sexuales son clasificados como ambiguos por no poder ser encajados en ninguna de las dos categorías de sexo existentes: hombres y mujeres. Antiguamente, eran llamados «hermafroditas», pero hoy prefieren no acogerse bajo ese término. Alice Dreger, en su texto “Doctors containing hermaphrodites: the victorian legacy” (DREGER, “Doctors Containing Hermaphrodites: The Victorian Legacy”, Chrysalis: The Journal of Transgressive Gender Identities, otoño 1997), nos lanza una serie de preguntas sobre la ambigüedad sexual que se les atribuye a las personas intersexuales:

"Decimos que un hermafrodita es una persona que tiene una anatomía sexual inusual, pero cuando concretamos, ¿qué es la anatomía sexual? ¿Qué se cuenta, y cómo se cuenta? ¿Se tiene que tener un pene para ser un macho? Si es así, ¿qué tamaño, y cuándo tienes que tenerlo, al nacimiento? ¿En el momento en cuestión? ¿Tienes que quedarte embarazada –o ser capaz de hacerlo, o haber sido capaz de hacerlo– para ser una hembra? ¿O son solamente esos cromosomas XX y XY? Si es así, ¿las mujeres con cromosomas XY no son mujeres, aunque hayan nacido con genitales que aparecen como femeninos y se desarrollen como la mayoría de las mujeres en la pubertad?” (traducción mía). 

Los genitales que son denominados «ambiguos», como nos explica Suzanne Kessler en “Meanings of gender variability” (KESSLER, Suzanne J., “Meanings of Gender Variability: Constructs of Sex and Gender”, Chrysalis: The Journal of Transgressive Gender Identities, otoño 1997), son aquellos que no encajan en los estándares establecidos por la clase médica de forma y tamaño. Es una denominación utilizada por los médicos para señalar genitales que no entran en los estándares médicos convencionales: el tejido genital se considera pene a partir de 2,5 centímetros y se considera clítoris hasta los 0,9 centímetros; todo genital que se encuentre entre estas dos medidas convencionales, se considera como ambiguo e inaceptable al no ser buen representante de los modelos genitales establecidos.

Gráfica de las definiciones médicas arbitrarias de genitales infantiles aceptables

Kessler insiste en el hecho de que son los propios médicos los que crean el estándar y los que definen las tallas. Los progenitores, los profesores y profesoras, las compañeras y compañeros de colegio no las conocen y, en ocasiones, consideran estos genitales como normales hasta que un profesional médico dice lo contrario.

¿Por qué, entonces, en estos casos, es tan terrible tener estos genitales que sólo la clase médica considera como ambiguos?

10.12.11

¿Qué significa "feminismo"? (Monique Wittig)

El debate sobre la eliminación de la palabra "feminismo" por la carga de negatividad que conlleva sigue abierto; hay quien considera que "anti-sexismo" es una forma más adecuada de llamar a esta lucha, sin embargo, estoy de acuerdo con Monique Wittig: 

¿Qué significa "feminista"? Feminismo contiene la palabra "fémina" ("mujer"), y significa: alguien que lucha por las mujeres. Para muchas de nosotras, significa alguien que lucha por las mujeres como clase y por la desaparición de esta clase. para muchas otras, esto quiere decir alguien que lucha por la mujer y por su defensa --por el mito, por tanto, y su fortalecimiento. 

Pero, ¿por qué ha sido escogida la palabra "feminista" si es tan ambigua? Elegimos llamarnos "feministas" hace diez años, no para apoyar o fortalecer el mito de la mujer, ni para identificarnos con la definición que el opresor hace de nosotras, sino para afirmar que nuestro movimiento tiene una historia y para subrayar el lazo político con el primer movimiento feminista [la primera ola feminista]. (Monique Wittig, "No se nace mujer", El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Madrid, Egales, 2006, p. 37). 

Allen Jones y la crítica feminista a la historia del arte


Allen Jones es un escultor británico de la cultura pop, más conocido por su serie Chair, Table and Hat Stand (Silla, mesa y sombrerero) de 1969, en la que podemos observar representaciones de muebles hechos con mujeres con estética BDSM. 

Allen Jones ha sido el objeto de estudio de la crítica feminista a la historia del arte que comienza a fraguarse en los años 70. En 1973, Laura Mulvey (1941- ) publica “You don´t know what is happening, don´t you, M. Jones?”, artículo en el cual abre un camino para una crítica de arte cercana al feminismo. Con este artículo se inicia una fructífera relación, sobre todo para el contexto francés, entre feminismo y psicoanálisis, pues Mulvey utiliza el psicoanálisis para estudiar las obras de Allen Jones. Mulvey indica que, al presentar Jones ante nuestros ojos a estas mujeres-objeto, con estética cercana al sado-masoquismo, espectacularizadas, está mostrando su propio fetichismo y también el de la sociedad occidental. Jones nos está hablando de sus propias fantasías y, sobre todo, de sus propios miedos. Representa en realidad a un hombre asustado ante la mujer, que se aparece ante él como representación del miedo a la castración. 


En el artículo  "Allen Jones in Retrospect: A Serpentine Review", Lisa Tickner trata la representación de las mujeres y la sexualidad como un reflejo de los fenómenos sociales. Allen Jones representa mujeres a través de imágenes sexuales y, según Ticker, asocia a las mujeres con pasividad, disponibilidad, narcisismo, exhibicionismo y cualidades físicas, no mentales. 

9.12.11

Agresión homófoba en un instituto de Teruel

La denuncia fue presentada el pasado dos de diciembre, en ella se señala el encuentro que tuvo un alumno del IES Santa Emerencia con su tutor al hilo de una presunta agresión homófoba que ese mismo alumno había sufrido por parte de uno de sus compañeros.

Los hechos sucedieron en una clase del primer curso de un Grado Superior del centro turolense. Al parecer uno de los alumnos llevaba ya tiempo siendo acosado por un compañero a causa de su identidad sexual y de su pertenencia al colectivo LGTB Lavanda. La situación se agravó cuando a principios de noviembre comenzaron las agresiones físicas con empujones, collejas y golpes. El agredido no encontró auxilio alguno en la dirección del centro que, según la víctima, intentó devaluar el incidente como una simple “broma” llegando incluso, uno de los empleados del centro, a reprochar al agredido el no saber imponerse.Según relata el agredido, las agresiones, vejaciones y humillaciones públicas continuaron produciéndose sin que el centro tomara medidas mientras su estado de salud se iba agravando. Por lo que se recoge en la denuncia, no se decidió a denunciar los hechos ya que el director del centro le “recomendó que no lo hiciera”. Decidió hacerlo tras lo sucedido el pasado jueves primero de diciembre cuando su tutor le increpó por no asistir a clase, aduciendo que si el presunto agresor le había “pegado” era por su culpa.

La víctima, por su parte, ha necesitado atención psicológica pues, al parecer, se encuentra en un estado de continuo nerviosismo y ansiedad que le afecta en sus estudios además del miedo que le produce el acudir a clase. Ese miedo es, al parecer, la razón por la que había faltado a clase y por la que el tutor comenzó a increparle. Cuando le hemos consultado desde el Blog Andorra Antifaixista ha asegurado que “la actitud del centro es inaceptable”, e interpreta su encuentro con el tutor diciendo que “no se puede permitir que un docente además trate de coaccionar al agredido para que se marche del centro” y que “al instituto lo único que le interesa es ocultar todo lo sucedido”.

El centro, al que también hemos consultado, asegura que desconoce la existencia de la citada denuncia y que la supuesta agresión no fue tal pues se trataría más bien de un “incidente” que ha venido resolviéndose “por los propios cauces del centro” siendo que “ambas partes están de acuerdo en resolverlo así”. Aseguran también que en ningún momento se le dijo al alumno supuestamente agredido, desde dirección, que fuera por “no saber imponerse” sino que en todo momento se procedió a la resolución del conflicto por los cauces comunes del centro. Un conflicto que además, según señala el centro, ocurrió “fuera de las instalaciones” pero en el que aún así no dudaron en mediar para así reestablecer la buena convivencia en las aulas.

El Justicia de Aragón, don Fernando García Vicente, se ha puesto en contacto con el denunciante para informarle que pedirá información a la Consejería de Educación para supervisar el caso y procurar que, de ser ciertos los hechos, estos no queden impunes y la víctima pueda ser resarcida.

Andorra Antifaixista | Para AraInfo

7.12.11

I'm Judith Butler

Judith Butler en Occupy Washington Square Park. Me encanta cómo el micrófono de la gente grita "Soy Judith Butler". 



Hello everybody. I’m Judith Butler. I have come here to lend my support and offer my solidarity for this unprecedented display of popular and democratic will. People have asked, so what are the demands that all these people are making? Either they say there are no demands and that leaves your critics confused, or they say that demands for social equality, that demands for economic justice, are impossible demands, and impossible demands are just not practical.

But we disagree! If hope is an impossible demand, then we demand the impossible. If the right to shelter, food, and employment are impossible demands, then we demand the impossible. If it is impossible to demand that those who profit from the recession redistribute their wealth and cease their greed, then yes, we demand the impossible.

Of course, the list of our demands is long. These are demands for which there can be no arbitration. We object to the monopolization of wealth. We object to making working populations disposable. We object to the privatization of education. We believe that education must be a public good and a public value. We oppose the expanding numbers of the poor. We rage against the banks that push people from their homes, and the lack of health care for unfathomable numbers. We object to economic racism and call for its end.

It matters that as bodies we arrive together in public. As bodies we suffer, we require food and shelter, and as bodies we require one another in dependency and desire. So this is a politics of the public body, the requirements of the body, its movement and its voice. We would not be here if electoral politics were representing the will of the people. We sit and stand and move as the popular will, the one that electoral politics has forgotten and abandoned. But we are here, time and again, persisting, imagining the phrase, “we the people.” Thank you.

Claude Cahun

La obra de Claude Cahun (1894-1954), fotógrafa de principios del siglo XX, versa sobre el original, la copia, las actuaciones auténticas y las farsas coercitivas. Fue redescubierta en los años noventa gracias a obras como Claude Cahun. L’écart et la métamorphose, de François Leperlier y exposiciones acompañadas de diversos catálogos en Francia y Estados Unidos, donde la recepción fue entusiasta. Su obra retomó y prolongó las discusiones iniciadas en la década de los ochenta sobre la originalidad de la obra de arte y de la construcción del sujeto. 

Claude Cahun, Autorretrato, 1928.
Podemos observar cómo se mueve en este ámbito en los usos del reflejo en el espejo que hace en sus autorretratos con ropas masculinas de 1928 y en los retratos de Suzanne Malherbé del mismo año, así como en el autorretrato de una Claude de dos cabezas en Que me veux tu? de 1928.

Que me veux tu? 1928

Además su redescubrimiento coincidió con en el momento en el que se quiere desterrar la idea monolítica de la diferencia sexual a favor de la multiplicidad de diferencias. Claude Cahun dedicó su arte, pero también su propia vida, a investigar las consecuencias para la propia vida de fingir la feminidad y la masculinidad (en su caso, además, siendo judía y lesbiana). Masculinidad y feminidad son juguetes para Cahun. En su autorretrato de 1927, luce una camiseta con el mensaje “I’m in training, don´t kiss me” y con unos pezones bordados. 


Su autorretrato de 1928 destroza las concepciones tradicionales de belleza femenina. Aparece con la cabeza afeitada, de espaldas, extremadamente andrógina, con su perfil aguileño recortado sobre el fondo negro: extremadamente ambigua, extremadamente bella, fuera de los estereotipos de belleza femenina. “Mezclar las pistas. ¿Masculino? ¿Femenino? Pero eso depende de los casos. Neutro es el único género al que me acoplo siempre. Si no existiese en nuestra lengua no se observaría ese flujo en mi pensamiento. Sería definitivamente la abeja obrera” (CAHUN, Aveux non avenus, Ed. Du Carrefour, Paris, 1939, p.176).



Al fingir en sus autorretratos tanto la masculinidad como la feminidad, propició uno de los debates más controvertidos en torno al placer sexual y a lo visual: muestra la dificultad de distinguir entre el deseo y la identificación.

6.12.11

MONIQUE WITTIG

Monique Wittig es una pensadora francesa, afincada después en Estados Unidos, que se inscribe dentro del llamado feminismo radical, corriente que pretende, como su propio nombre indica, hallar la raíz del problema de la opresión de las mujeres.

Wittig escribe desde una posición feminista y marxista, y por otra parte se nutre de Simone de Beauvoir, la primera persona que se ocupó de las cuestiones relativas a la opresión de las mujeres desde una perspectiva filosófica. El más célebre de los ensayos de Wittig, “No se nace mujer” (1981), toma claramente la también más célebre formulación de Beauvoir en El segundo sexo (1949): “No se nace mujer, se llega a serlo”. Wittig lleva a Beauvoir hasta sus consecuencias no formuladas. Beauvoir solamente problematiza el género, proponiendo que no es algo fijo y dado sino un proceso cultural; Wittig extiende este planteamiento al sexo: pone en cuestión, explícitamente, la naturalidad del sexo. Para Wittig si el cuerpo natural es una ficción, también lo es el sexo natural. El sexo siempre fue género. El sexo, como el género, es una norma que hay que cumplir y encarnar; “hombres” y “mujeres” son categorías políticas, no naturales. 

En palabras de la propia Wittig:

Hoy, nociones como raza y sexo son entendidas como un dato inmediato, sensible, un conjunto de características físicas, que pertenecen a un orden natural. Pero, lo que creemos que es una percepción directa y física, no es más que una construcción sofisticada y mítica, una formación imaginaria que reinterpreta rasgos físicos (en sí mismos tan neutrales como cualquier otro, pero marcados por el sistema social) por medio de la red de relaciones con que se los percibe. (WITTIG, “No se nace mujer” en El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Egales, Madrid, 2006, p. 34). 

5.12.11

ACCIÓN TRANSFEMINISTA: DEMOCRACIA ANAL YA

El Comando Rosa pidió una Democracia Anal YA en la Plaza del Pilar el 2 de junio de 2011. Aquí están el vídeo y el texto del manifiesto:


Comunicado del Comando Rosa a la Asamblea del 15m de Zaragoza

El Comando Rosa es feminista, es bollera, es queer y transexual. El Comando Rosa es hetero-insumiso, marica, disidente, intersexual. Estamos indignadas y llegamos dispuestas a la acción. Porque la acción es el único recurso que le queda al diferente. Una acción que reabra el conflicto y dispare el cambio, que altere el reparto estratégico de las cosas, las asimetrías consentidas, las dominaciones más asentadas. Para ello hacemos nuestra la táctica zapatista. “Tuvimos que ocultar nuestro rostro para que finalmente nos pudierais ver”. Porque habéis tratado una y otra vez de reducirnos a la invisibilidad. Cuando nos miráis en el trabajo o en los bares, en familia o en el mercado, en los baños públicos y hasta en esta plaza, nos creéis una de los vuestros. Veis por todas partes y sólo veis heterosexualidad. Pretendéis que no existimos. Ocurre que muchas veces trabajamos desde la clandestinidad.

Somos vuestras hermanas y hermanos, vuestras madres o padres, vuestras hijas y vuestros amigos. Vuestras parejas incluso. Estamos aquí, a vuestro lado, entre vosotros, no ocultas pero no vistas, todos los días os tocamos y nos tocáis, permanecemos mezcladas, anónimas y cualesquiera. Nos movemos con garbo en el teatro de la heterosexualidad. En ese mundo de formas fijas y esencias naturalizadas en el que ya ni vosotros mismos creéis de verdad. El Comando Rosa es tortillera, marica y bisexual. Es  asexual, trans, drag y hetero-insumiso. Jugamos con los dildos y reímos con los afectos. Nosotras también estamos indignadas, pero es por vuestro miedo a convertir este mundo en un mundo color de rosa, por vuestra sumisión a la heteronormatividad. Nuestra estética parodia el terrorismo para mejor ridiculizar vuestro pánico homosexual.

Nuestras máscaras no sólo hacen visible nuestra invisibilidad, también dicen nuestros nomadismos, el carácter transitorio de la identidad. Transmaribolleras resistentes en tierra de nadie, sabemos jugar vuestro juego incluso mejor que vosotros mismos. Expertas en Sado-maso, hemos ensayado todos los papeles, los roles y estereotipos. Sabemos ser dómina y dominado, activo y pasivo, hombre y mujer. Artistas de lo versátil, somos composiciones fluctuantes, en movimiento, que constantemente construyen burbujas de inmunidad, zonas permeables en las que encontrarnos para seguir caminando, espacios secretos de seguridad y luz.

El Comando Rosa no cae en el error de posicionarse en contra de las identidades: preferimos trastear con ellas. Las identidades están bien mientras no supongan la captura de los flujos divergentes, la proliferación festiva de las anomalías. Las identidades extravagantes son las trincheras que cavamos para consolidar los frentes, lugares de descanso desde los que retomar la lucha contra la norma heterosexual y afirmar nuestros deseos disformes, nuestras diferencias y nuestra originalidad. Con todo, sabemos del carácter artificial y difuso de cualquier construcción identitaria, más si cabe de las que tienen que ver con la sexualidad. Sabemos lo divertido que resulta trastocarlas, introducir pequeñas variaciones o, mediante un fuego de artificio, hacerlas estallar. Amamos la fluidez y por eso nos movemos entre las identidades y la no identidad, como singularidades ejemplares fuera del espacio-tiempo de la norma, nos conjugamos en categorías para ser cualquiera, nadie o todas. El Comando Rosa no admite los límites externos, sino los que cada una, desde su antagonismo móvil y su autonomía difusa, decida para sí. Mientras el Comando Rosa persigue con sus acciones devolver a cada una la vida negada, del otro lado, vuestra heteronomía se llama heterosexualidad.

Sí, somos marimachos y travelos, superfemmes y tíos enfundados en cuero: mil parodias como mil flores, maestras del disfraz. Entre otras razones porque nos encanta saltar a la comba con la línea que separa lo legal de lo ilegal, existir en la cuerda floja. Despreocupadas de las distinciones que inútilmente pretenden imponer vuestros homófonos legisladores, no reconocemos la autoridad. Por eso el Comando Rosa practica la ocupación de los espacios heteronormativos: se trata de liberar de toda homofobia y transfobia no sólo los espacios públicos sino también los privados. Nosotras no ocupamos casas vacías, sino las casas llenas de familiares durante la cena de navidad: ¡Papá, Mamá, Asamblea! –Soy un perverso, una mujer lesbiana, gitana y transexual. Y si te jode, ya sabes dónde está la puerta. Aquí estamos, enfrentando vuestra homofobia y vuestro sistema de normas.

Estamos cabreadas con vuestra policía de la identidad. Sí, esa que pretende controlar nuestros cuerpos, nuestros deseos o nuestras prácticas sexuales, esa que nos cataloga en manuales médicos y psiquiátricos. No somos enfermas, no tenemos disforia sino euforia de género. Amamos nuestras filias y odiamos vuestras fobias. Nos va el rollo bollo y no vuestra medicina policial. Ni vuestras porras ni vuestras burlas, ni vuestras ejecuciones ni vuestras risas nerviosas. Una y otra vez habéis intentado atarnos en lugar bien alejado mediante el insulto. Y en cada ocasión nos hemos erigido orgullosas, desde el estigma hemos tomado la palabra y la vida. Desde nuestra posición de maricas reivindicamos nuestra pluma, como lesbianas rechazamos la deslegitimación de nuestros afectos, como travelos nos revelamos ante vuestros diagnósticos médicos. Somos intersex cansadas de vuestras cirugías y vuestros nombres, e invadiendo las consultas de los Centros de Salud tanto como los juzgados para mostrarle nuestro asco a vuestra policía del cuerpo.

Estáis tan jodidos que ni siquiera os dais cuenta de hasta qué punto la homofobia y la transfobia os constituyen. Cómo os atraviesan. El modo en que las reproducís. Pero vuestra ignorancia nos hace fuertes. La cosa es que ni siquiera entendéis lo que implica decir “yo entiendo”. Decís que no sois homófobos, que tenéis un amigo gay, como si fuera una mascota. Decís que aceptáis nuestras diferencias. Sois todo tolerancia. Pero lo que no comprendéis es que vuestra lesbofobia no termina allí donde no os molestamos. La homofobia sólo acaba en el momento en que sois capaces de amar la parte marica y bollera que os habita, vuestro lado más trans. Cada vez que nos insultáis en realidad insultáis lo que en vosotros pudiera haber de nosotras. Vuestro heterofascismo trata de exterminar a la loca que lleváis dentro.

Vuestras identidades normalizadas nacen del miedo a la otra que os transita, a nos-otras. No sois más que la repetición de lo que nos excluye y silencia, obstinación en la servidumbre voluntaria al sistema heteropatriarcal. Lo que en el fondo os aterra es esa fuerza de transformación vital y social que os aleja de los modelos dominantes, de vuestra aburrida normalidad. También vosotros portáis máscara, pero una máscara horrible, la máscara del que discrimina y aplasta. Bajo ella tratáis de encerrar vuestra sexualidad libertaria, el anarquismo del deseo. Sólo dejáis mostrarse al policía interior que aporrea al mariquita o a la camionera que todas somos, que en todas respira. Esa potencia anómala que os horada es una infiltrada del Comando Rosa en vuestros cuerpos y en vuestras almas.

El madero que sois y al que obedecéis os ha contado el viejo cuento de que los hombres son hombres y las mujeres, mujeres, la leyenda de que todo es una cuestión de anatomía, ellos con sus pollas, grandes y hermosas, y ellas sin nada. Hechos el uno para el otro, pero ellos sin hacer nada, tocándose los huevos mientras ellas trabajan. Pero ésa es sólo la versión policial de la historia. Nosotras contamos las cosas de otra manera. Los sexos son un efecto de la norma, un invento para controlarnos, para evitar las trayectorias anómalas, la efervescencia de la diversidad. Antes de todo eso, en el comienzo, está lo común, lo que todas tenemos, la zona borrada y oscura de un placer primordial, el lugar de lo abyecto en que sólo relumbra lo anónimo envolvente, sin sexo asignado, sin raza ni clase: el agujero anterior a toda identidad y a toda asimetría. El ano, el culo, el orto. El lugar del residuo y la resistencia. Ni de hombre ni de mujer, ni de blanco ni de negro, ni de burgués ni de proleta. De nadie y de todas. Feminista, antirracista y común.

El Comando Rosa erige el puño cerrado y en alto como símbolo de las antiguas luchas, pero también de las nuevas, del fist fucking y la penetración anal. Contra el capitalismo orgásmico nuestros cuerpos sin identificar, la libertad de los placeres, la multiplicidad de nuestros culos, la intensidad de los afectos. Contra el impero heterosexista, ¡Democracia Anal Ya!

4.12.11

Buh, qué miedo, ¡ésa es feminista!


Traducción de la imagen:
Feminismo no es una palabra sucia. No quiere decir que odies a los hombres, no quiere decir que odies a las chicas que tienen bonitas piernas y están bronceadas, y no quiere decir que seas una perra/arpía o una bollera - quiere decir que crees en la igualdad. 

Aunque algunas de nosotras odiamos a algunos hombres, odiamos a algunas chicas (tengan o no bonitas piernas), somos unas perras y unas arpías lesbianas y no creemos en la igualdad tal y como nos la venden. 

La constante presión de tener que justificar que no somos una de esas feministas es simplemente otro ejercicio del patriarcado. 

Y LLEGÓ EL TRANSFEMINISMO

En los años 80-90 se comenzó a problametizar la categoría de identidad de género y la categoría de mujer como sujeto del feminismo. Esto fue así porque el feminismo se nutrió del contacto con la perspectiva de las mujeres negras, de mujeres de otras etnias, de mujeres lesbianas, de los movimientos trans e intersexual, así como del contacto con los estudios postcoloniales, con la teoría queer, con el pensamiento postmoderno y postestructuralista. 

El transfeminismo aporta una mirada transversal y multifacética a la hora de entender el género, el sexo y las sexualidades, de manera que da la posibilidad de existencia a una diversidad que excede el sistema de sexo/género. 

En el contexto español, podemos leer en este manifiesto del 1 de enero de 2010:

MANIFIESTO PARA LA INSURRECCIÓN TRANSFEMINISTA

Hacemos un llamamiento a la insurrección TransFeminista:
Venimos del feminismo radical, somos las bolleras, las putas, lxs trans, las inmigrantes, las negras, las heterodisidentes... somos la rabia de la revolución feminista, y queremos enseñar los dientes; salir de los despachos del género y de las políticas correctas, y que nuestro deseo nos guíe siendo políticamente incorrectas, molestando, repensando y resignificando nuestras mutaciones. Ya no nos vale con ser sólo mujeres. El sujeto político del feminismo “mujeres” se nos ha quedado pequeño, es excluyente por sí mismo, se deja fuera a las bolleras, a lxs trans, a las putas, a las del velo, a las que ganan poco y no van a la uni, a las que gritan, a las sin papeles, a la marikas...

Dinamitemos el binomio género y sexo como práctica política. Sigamos el camino que empezamos, “no se nace mujer, se llega a serlo”, continuemos desenmascarando las estructuras de poder, la división y jerarquización. Si no aprendemos que la diferencia hombre mujer, es una producción cultural, al igual que lo es la estructura jerárquica que nos oprime, reforzaremos la estructura que nos tiraniza: las fronteras hombre/mujer. Todas las personas producimos genero, produzcamos libertad. Argumentemos con infinitos géneros...

Llamamos a la reinvención desde el deseo, a la lucha por la soberanía de nuestros cuerpos ante cualquier régimen totalitario. ¡Nuestros cuerpos son nuestros!, al igual que lo son sus límites, mutaciones, colores, y transacciones. No necesitamos protección sobre las decisiones que tomamos en nuestros cuerpos, transmutamos de género, somos lo que nos apetece, travestis, bollos, superfem, buch, putas, trans, llevamos velo y hablamos wolof; somos red: manada furiosa.

Llamamos a la insurrección, a la ocupación de las calles, a los blogs, a la desobediencia, a no pedir permiso, a generar alianzas y estructuras propias: no nos defendamos, ¡hagamos que nos teman! Somos una realidad, operamos en diferentes ciudades y contextos, estamos conectadxs, tenemos objetivos comunes y ya no nos calláis. El feminismo será transfronterizo, transformador transgénero o no será, el feminismo será TransFeminista o no será...

Os Keremos.

Red PutaBolloNegraTransFeminista.

Medeak, Garaipen, La Acera Del Frente, Itziar Ziga, Lolito Power, Las Chulazas, Diana J. Torres AKA Pornoterrorista, Parole de Queer, Post_op, Las maribolheras precarias, Miguel Misse, Beatriz Preciado, Katalli, MDM, Coletivo TransGaliza, Laura Bugalho, Heroína de lo periférico, EHGAM, NacionScratchs, IdeaDestroyingMuros, Sayak Valencia, TransFusión, Stonewall, Astrid Suess, Alira Araneta Zinkunegi, Juana Ramos, 7menos20, Kim Pérez (Cofundadora de Conjuntos Difusos), d-generadas, lasdel 8 y et al, Beatriz Espejo, Xarxa d'Acció Trans-Intersex de Barcelona, Guerrilla Travolaka, Towanda, Ciclobollos, O.R.G.I.A, Panteras Rosa, Trans Tornados, Bizigay, Pol Galofre, No Te Prives, CGB, Juanita Márkez, Miriam Solà, La Quimera Rosa, Ningún Lugar, Generatech, Sr. y Sñra. Woolman, Marianissima Airlines, As dúas, Oquenossaedacona, Go Fist Foundation, Proyecto Transgénero - Cuerpos Distintos, Derechos Iguales, Patrulla Legal,Transtango, Casa Trans de Quito, Mery Escala Ribas, Alba Pons Rabasa, Confederación Ecuatoriana de Comunidades Trans e Intersex-CONFETRANS, Rodrigo Requena, Lola Clavo, Panaderas Sin Moldes, Señorita Griffin, Impacto Nipón, Las Mozas de KNY, Kabaret Lliure de Mediona, Teresa Matilla

1.12.11

El Comando Rosa lucha contra el VIH-SIDA

¡OH, NO!

El Comando Rosa ha atacado de nuevo...

Con cien condones por banda...

¡Ponte en pompa y a toda vela!


Día Mundial contra el VIH-SIDA

Towanda manda la convocatoria para mañana Jueves 1 de diciembre:

Además de los actos de cada año en el Dia Mundial contra el VIH-SIDA, en esta ocasión tenemos también concentración por el laicismo, por lo que el horario del día queda así:

-Concentración a las 20h, en el monumento a la Constitución (sito en la confluencia del paseo de la Constitución con la Plaza de Aragón) convocada por la Asociación aragonesa Movimiento Hacia un Estado Laico en el 30 aniversario de la constitución con el objetivo de exigir el cumplimiento del mandato constitucional relativo a la laicidad de las instituciones del Estado y denunciar los privilegios de la Iglesia Católica derivados del Concordato vigente y reclamar su derogación

-OM SIDA y la Comisión Ciudadana Antisida, con la adhesion de Towanda y de Somos LGTB, convocan también desde las 20h en Plaza de España. Habrá batucada con TROKOBLOCO. Lectura del Manifiesto e iluminación de rojo del edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza, y a las 20:30h, se realizara una ABRAZADA , como símbolo del compromiso de todos ante el VIH-SIDA.

Desde Towanda os proponemos pasar por el monumento a la constitución y bajar antes de las 20h30 a Pza. España.

30.11.11

Segunda Ola: Feminismos, en plural

La segunda ola surge en los años 60 y 70 y asienta conceptos importantes que aún hoy se siguen discutiendo. Influyó enormemente el libro El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Casi todas las feministas de la segunda ola hablan de cómo recibieron la lectura de El segundo sexo. Este libro cayó como una bomba en el contexto de todos los movimientos sociales que se vivían en esa época en Estados Unidos (movimientos pacifistas y antimilitaristas en contra de la guerra de Vietnam, movimientos estudiantiles, movimientos a favor de los derechos de los homosexuales y de las personas negras, nacimiento de la nueva izquerda y de a contracultura, revisión del marxismo tradicional...); el feminismo nació al calor de todos los demás movimientos. 


Surgieron varios tipos de feminismos. El feminismo liberal (Betty Friedan), consideraba que existía una desigualdad en la esfera pública, y propone que las mujeres salgan de la esfera privada para insertarse en la esfera pública. Será en esa esfera pública en la que las mujeres habrán de realizarse, a través de su actividad laboral, y será ahí también donde podrán ser tratadas y reconocidas como iguales. El feminismo liberal es igualitarista, pero reformista: se inserta dentro del capitalismo neoliberal, pretendiendo reformarlo, pero sin salir de él.

El feminismo radical (Ti-Grace Atkinson, Kate Millet, Shulamith Firestone, Monique Wittig) es tambén igualitarista, pero no reformista: busca la raíz del problema de la opresión. Ya no sólo se habla de desigualdad sino de opresión. El feminismo radical se separó entre aquellas feministas radicales socialistas que creían que el capitalismo era la causa de la opresión, y entre aquellas que creían que la opresión tenía raíces más profundas. 

También surgió un feminismo no igualitarista sino basado en la diferencia irreductible entre hombres y mujeres: el feminismo de la diferencia sexual (Luce Irigaray, Hélène Cixous, Luisa Muraro). El camino para la liberación de la mujer pasa por la creación de una contracultura femenina. Este tipo de feminismo, que ha sido criticado en ocasiones por ser esencialista, se desarrolló sobre todo en Francia y en Italia. 

Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta cuando oímos alguna alusión al feminismo, es que no sólo existe una teoría monolítica, sino que existen una multitud de teorías y prácticas diferentes. 

24.11.11

25 noviembre: Concentración contra la Violencia de Género en Zaragoza

La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza convoca a la concentración bajo el lema “ALZA TU VOZ CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA” que tendrá lugar en Zaragoza en la Plaza de España el próximo viernes día 25 de Noviembre de 2011 a las 19.30 horas.

Este año se leerá un manifiesto acompañado por una performance que ilustrará de forma visual el sufrimiento y la vergüenza por seguir soportando esta lacra social que viven muchas mujeres.

La denuncia y expresión de los micromachismos como comportamientos “invisibles” de violencia y dominación hacia la mujer.

Se hará especial hincapié en las mujeres asesinadas este año en todo el Estado y un reconocimiento específico a las dos mujeres que han muerto a manos de sus parejas en Zaragoza.

Desde la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza piden a toda la ciudadanía que se una a la convocatoria de la concentración, como demostración activa de la implicación y lucha contra un problema que es de todas y de todos y contra el que manifestamos nuestra total repulsa.

Manifiesto Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza:

En el día Internacional contra la Violencia de género, desde la Coordinadora de Organizaciones
Feministas de Zaragoza manifestamos nuestra indignación por seguir sufriendo que lamentar la presencia de esta lacra social en nuestro entorno.

Los asesinatos machistas han arrebatado la vida este año a 79 mujeres en España y en concreto a dos mujeres en Zaragoza. Los medios de comunicación nos transmiten el lugar y la fecha de cada muerte, los detalles del suceso. Nos hemos acostumbrado a escuchar que miles de mujeres denuncian a sus parejas por malos tratos; humillaciones, insultos, golpes, violaciones. La violencia de género sigue incrustada en la vida cotidiana de nuestro país y ha llegado a percibirse como algo habitual, normalizado.

Se considera un mal menor, algo con lo que hay que vivir, y que queda fuera del control de la sociedad. Sigue considerándose un problema privado. Sin embargo, el machismo, germen de la violencia contra las mujeres, tiene múltiples manifestaciones sociales, económicas, políticas, culturales e individuales, y sólo algunas de ellas se perciben claramente como machistas en nuestra sociedad.

La delegación del trabajo de cuidados en las mujeres; el no compartir las tareas domésticas; la avaricia de reconocimiento hacia lo masculino; la desautorización de la opinión de la mujer; el uso abusivo del espacio físico y del tiempo por parte del varón, y un largo etcétera… son los llamados micromachismos; concreciones más sutiles del poder masculino que caracterizan nuestra cotidianeidad, que hacen muy difícil la creación de relaciones horizontales entre hombres y mujeres.

Además, en el contexto económico en que nos encontramos en los últimos años, nos enfrentamos a una dura regresión en derechos laborales y sociales. Los recortes en los presupuestos de educación, sanidad y otros servicios sociales, incluyen aquellos que afectan a servicios relacionados con igualdad de género, prevención de violencia machista y atención a las víctimas.
Al igual que la educación o la sanidad, la igualdad de género no es lujo del que se pueda prescindir.

Es necesario denunciar con contundencia las múltiples situaciones, creencias y planteamientos machistas. Sólo señalándolos con el dedo seremos capaces de erradicarlos.

¡Alza tu voz contra la violencia machista!
Somos la voz de las que no tienen voz,
Somos la voz de las que no tienen voz…

Y para finalizar, os pedimos un minuto de silencio por todas las mujeres asesinadas por violencia machista.

23.11.11

En 1949, en un momento en el que la Primera Ola ya estaba apagada y en el que la Segunda Ola feminista aún estaría por llegar, publica Simone de Beauvoir su obra El segundo sexo, traducida ya en 1953 al inglés. La temprana traducción de esta obra al inglés causó un importante impacto en la teoría y práctica feminista norteamericana. En España, se tuvo que esperar a la aparición de una traducción argentina en 1962. 

El segundo sexo es una obra esencial para entender la opresión de las mujeres: insiste en que no está relacionada con lo biológico o con lo anatómico (con el sexo) sino con toda una serie de construcciones culturales e históricas (el género). Ser mujer no depende de la biología, pues no somos mujeres de nacimiento. El ser mujer es fruto de un devenir, de un llegar a ser, de un proceso que tiene que ver con el contexto cultural y no con la biología.

La opresión, para Beauvoir, está provocada por el sistema patriarcal occidental. Todas las instituciones y la organización social forman modos de estar en la sociedad que son opresores para las mujeres. Es un problema muy complejo, ya que es todo el contexto social el que opera lentamente pero contundentemente sobre las mujeres desde muy nacimiento y, así, es muy difícil tomar conciencia de ello y luchar en contra. Los roles de las mujeres desde su nacimiento están asignados según las diferentes etapas de su vida (niña, adolescente, madre, soltera, casada, lesbiana, etc.).

Simone de Beauvoir ni siquiera había sido consciente del sexismo y pensaba que no había sido discriminada por ser mujer. Sin embargo, al ir recopilando información para escribir su obra, en la que quería plasmar el qué significaba ser una mujer, en qué le había marcado o condicionado ser una mujer, comenzó a darse cuenta de que no había sido consciente de la discriminación y de la opresión, y comenzó a desarrollar una conciencia feminista: militó como feminista teórica y activista en el Mouvement de Libération des Femmes a partir de los años 70. 

Dejo aquí un bonito documental sobre Simone de Beauvoir, realizado en 2007 por Virginie Linhart:





22.11.11

La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana - Olympe de Gouges

La petición de las mujeres en 1789 no fue ni mucho menos escuchada, y aún dos años después Olympe de Gouges seguía haciendo la misma reivindicación en su Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana

Olympe de Gouges, dramaturga instruida e inteligente, considerada demasiado fantasiosa y extravagante, politizó sus obras con la llegada de la revolución. Escribió pidiendo talleres para los desocupados, un impuesto voluntario sobre la riqueza, mejores condiciones de los hospitales de maternidad y contra los privilegios de los aristócratas, aunque su posición política fue la de apoyar la monarquía constitucional.

 Una lectura de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, nos muestra un uso sexista del lenguaje. Al recibir esta Declaración, las mujeres, acostumbradas a no oír hablar de las mujeres, pensaron que el término “hombre” era un plural en el que ellas podían estar incluidas. Más tarde, no mucho más tarde, se dieron cuenta de que “hombre” y “ciudadano” significan exactamente lo que está escrito. Aún hoy, las mujeres seguimos pensando que cuando leemos “hombre” se está hablando de “persona” o de “ser humano” y sentimos que esa palabra nos representa. Quizá deberíamos atender a esta Declaración para darnos cuenta de que cuando se dice "hombre", se reprensenta sólo al sujeto masculino. 

De Gouges, en su texto, repite casi literalmente algunas frases de la Declaración de los hombres (como la frase: “Las diferencias sociales no pueden tener otro fundamento que la utilidad común”) para hacer hincapié en el hecho de que las mujeres no estaban icluídas en la otra declaración. Las mujeres no eran consideradas miembros del cuerpo social, y los derechos no se les aplicaban.

Olympe de Gouges, para hacer visibles a las mujeres que se habían quedado fuera de ese supuesto universal “hombre”, se refiere constantemente a los hombres y las mujeres, juntos, cuando no se refiere solamente a las mujeres.


En el Preámbulo de su texto, Olympe de Gouges nos dice que la desigualdad de los sexos va contra naturam, y considera que es irracional que el hombre actúe como un déspota con un sexo que está en la plena posesión de sus facultades intelectuales. En los artículos, De Gouges pide por la igualdad de los derechos ante la ley, en cuestiones cívicas y en cuestiones de impuestos y propiedades.

El artículo décimo contiene la frase más célebre de la Declaración de De Gouges: “Nadie debe ser molestado por sus opiniones incluso fundamentales; la mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna con tal que sus manifestaciones no alteren el orden público establecido por la Ley”. Pide aquí por la libertad de expresión para las mujeres; por el derecho a poder manifestar sus opiniones, incluso las políticas, en público; por el derecho a poder hacer uso de una voz femenina que ha sido siempre acallada.

¿Qué son las violencias de género?

Copio aquí una parte de una entrada del blog de Feministes Indignades, con respecto al Día Internacional en contra la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre):

¿Qué son las violencias de género?

Nos referimos a todas las formas que tiene el sistema patriarcal de controlar el binomio “hombre macho”-“mujer sumisa” y que se canalizan desde lo más institucional a lo más personal, poniendo de manifiesto las frustraciones, neurosis, cobardía, embrutecimiento, pretendida superioridad, complejo de inferioridad y estupidez de quién la ejerce.

Violencia de género son los feminicidios.
Violencia de género son las violaciones.
Violencia de género es la invisibilización y criminalización de todas las identidades de género no heteronormativas.
Violencia de género es la negación de nuestro placer (el de nosotras).
Violencia de género es la estigmatización y criminalización de las personas que ejercen un “servicio”, el trabajo sexual, que el patriarcado demanda, compra y quiere controlar.
Violencia de género es la falta de paridad a nivel laboral, es recibir menor salario por igual trabajo.
Violencia de género son las dobles y triples jornadas de las mujeres, no reconocidas ni remuneradas.
Violencia de género es la talla 38 y toda la publicidad y presión social sobre los ideales de belleza y juventud.
Violencia de género es decidir sobre nuestro cuerpo y, negarnos el derecho a decidir.
Violencia de género es la feminización de la pobreza.
Violencia de género es “género singular masculino”, es cuando no me representan en el lenguaje.
Violencia de género es cuando nos criminalizan por no cumplir el mandato “divino” del hombre, macho, blanco, clase media, heterosexual.
Violencia de género en todas las esferas, lo público, lo privado, lo laboral.
Violencia de género en todas partes, en Barcelona, en Catalunya, en el mundo.

21.11.11

La declaración de los derechos del hombre (1789) - Reacción de las mujeres


La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, y es uno de los documentos fundamentales de la Revolución francesa. Las mujeres, sin embargo, no tardaron en darse cuenta de que la palabra “hombre” no era un plural universal: no estaba planeado dejarlas participar en estos derechos de ciudadanía. Las mujeres se dirigieron con estas palabras a la Asamblea:

¡Ah, Ilustres Señores!, no permitáis que continúen ocultando ignominiosamente cualidades tan gloriosas para nosotras y tan interesantes para la nación. Atreveos hoy a reparar a favor de nosotros las antiguas injusticias de vuestro sexo; ponednos en condiciones de trabajar como vosotros y con vosotros para la gloria y felicidad del pueblo francés, y si, como lo esperamos, consentís en compartir con nosotras vuestro poder, que ya no debamos esa preciosa ventaja al brillo de nuestros encantos y a la debilidad de vuestro corazón sino únicamente a vuestra justicia, a nuestros talentos y a la santidad de vuestras leyes
(1789-1793. La voz de las Mujeres en la Revolución Francesa. Cuadernos de quejas y otros textos, Barcelona, La Sal, Edicions de les dones, 1989, p. 124).

Dicho esto, presentaron un proyecto de decreto en el cual pedían la abolición de todo privilegio masculino, igualdad de trato, la misma libertad, derechos (derecho a voto, derecho a comprar y vender propiedades, derecho a pertenecer a asambleas de distrito...) y honores que los hombres, igualdad de poder dentro del matrimonio. También pedían que dejara de considerarse a las mujeres como el sexo innoble; de esta manera, para castigar a un militar se dejaría de vestirlo de mujer. Por otro lado, siguiendo con la vestimenta, exigían el derecho a poder llevar pantalones y de que éstos dejaran de ser ropa exclusivamente masculina. 

Las mujeres, en esta petición de 1789, exhortan a los hombres a atreverse a dejar de ser injustos con las mujeres. Y en efecto, estas mujeres eran conscientes de que lo que estaban pidiéndoles a los hombres era todo un acto de valentía. Los hombres tenían que reunir valor y atreverse a dejar de actuar de una forma que ha sido la hegemónica durante siglos. Los hombres, al dejar de ser injustos con las mujeres, estaban lanzando todo un desafío a la cultura establecida y estaban criticando unos valores profundamente enraizados en esa cultura. 

También evidencian con esta petición que, tradicionalmente, el poder de las mujeres se ha asociado a los encantos de la seducción femenina, a los que han sucumbido los hombres, siendo así las mujeres como hechiceras manipuladoras y los hombres como pobres víctimas. Estas mujeres reivindican la posesión de otros talentos con los que poder actuar tanto en su vida privada como en la vida política. Esta consideración de las mujeres como bellas encantadoras está conectado con el tipo de críticas que se les dirigieron a las mujeres que se involucraron en política, normalmente dirigidas al terreno de lo personal, que, decían, utilizaban las mujeres para conseguir sus objetivos. 

Las mujeres piden ser sujetos políticos activos, con derecho a disfrutar de un poder compartido con los hombres. El hecho de que tengan que pedir permiso para tener derechos, pedir permiso para dejar de ser objetos, nos hace evidente el que las mujeres no participaban en esa Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano que abrazaron con alegría para pasar a detestar, por ser la constatación de que no se pretendía considerarlas como ciudadanas portadoras de derechos, así como la constatación de que, si querían esos derechos, tendrían que luchar por sí mismas para conseguirlos.