10.2.12

El falo lesbiano


Judith Butler nos habla en Cuerpos que importan de su propuesta del falo lesbiano.

Según el psicoanálisis lacaniano, el falo es el significante universal. Es una serie de estructuras lingüísticas y culturales que preceden al sujeto y que le determinan como sujeto. El falo es el significante privilegiado de lo simbólico. Lo simbólico es, para Butler, solamente la reificación de aspectos generados en el orden de lo social. El falo simboliza el pene pero no es el pene: al simbolizarlo, se aleja de él. Pene y falo no pueden ser la misma cosa porque “la simbolización aparta lo simbolizado de su conexión ontológica con el símbolo mismo” (Cuerpos que importan, p. 132).

Si el falo es un efecto imaginario que ha quedado reificado, entonces su lugar estructural no está fijado y puede ser desplazado. Butler se pregunta entonces por qué se considera que el falo requiere esa parte del cuerpo concretamente y no cualquier otra. Butler postula el carácter desplazable del falo de forma que el falo pueda simbolizar cualquier otras parte del cuerpo que no sean el pene (manos, muslos, piernas, etc.), posibilitando así una resignificación lesbiana del falo.

El falo es una idealización con la que ningún cuerpo puede encajar y precisamente por eso “el falo es una fantasía transferible y su vínculo naturalizado con la morfología masculina puede cuestionarse a través de una reterritorialización agresiva” (Cuerpos que importan, p. 137). Al verse cuestionado su vínculo con la morfología masculina y poder ser vinculado a cuerpos femeninos, el falo desplazado “cuestiona la estabilidad tanto de la morfología «masculina» como de la femenina” (Cuerpos que importan, p. 137).

Así pues, los ejercicios de subversión pueden hacerse desde dentro; se pueden utilizar elementos masculinos para subvertir el orden masculinista. Butler busca con la subversión el cuestionamiento de la base del orden masculinista mediante el desplazamiento de su supuesto lugar natural. Butler busca con su propuesta del falo lesbiano el desplazamiento de lo simbólico hegemónico de la diferencia sexual binaria y heterosexual para ofrecer imaginarios alternativos. Se utilizan los propios elementos del orden masculinista falogocéntrico para subvertirlo desde dentro, no buscando elementos exteriores.

5.2.12

Andrej Pejic no es una persona, es una cosa. Y, además, molesta.

Andrej Pejic, modelo.




La revista FHM le consideró nº 98 en la lista de las 100 mujeres más sexis del mundo en 2011. En la misma revista, se publicó el siguiente comentario sobre Andrej Pejic, considerando que era más exacto llamarle "cosa" que "persona", aparte de considerar que sería asqueroso hasta el punto de tener que vomitar el verle desfilar en ropa interior femenina. Aunque lo peor, para FHM, parece ser que no sólo está Andrej, sino que hay más cosas de esas por ahí intentando equivocar a la gente. Aquí dejo la imagen en inglés de FHM y la traducción rápida que he hecho. 

Por qué nos gusta Andrej Pejic

¿Te has dado cuenta? (…) ¿quizás la nuez te ha dado una pista? No te preocupes si no has sido lo suficientemente rápido jugando a detectives, no eres la única. Andrej ha estado confundiendo al género masculino desde los 14, pero también admite que la mayoría de los hombres aún así le invitan a tomar algo, a pesar de la impresión. El travesti profesional seguramente también engañó a su agencia de modelos y admitió que no estaba seguro de si su agente estaba seguro de que era realmente un hombre cuando se acercó a él. 

Aunque su identidad sexual es ambigua, los/as diseñadores/as le están aclamando como la nueva cosa. Creemos que “cosa” es bastante exacto. Alto, delgado, con el pecho plano, Andrej es considerado en los círculos de la costura como la perfecta percha de prendas de alta costura, haciendo evolucionar la industria para pasar de tías buenas que parecen peligrosamente como chicos a chicos que parecen chicas. Habiendo conseguido librarse de ello en campañas para Marc Jacobs y Jean Paul Gautier, el rubio gender-bender [difícil de traducir en español, literalmente alguien que tuerce el género] espera de repente ser algún día modelo de Victoria’s Secret (Pasa el cubo para los enfermos) [Esta es una expresión utilizada en inglés para referirse a que algo es muy asqueroso]. Bueno, entonces puede que tenga algún problema manteniéndo
lo en secreto. 

Más perturbador es que Andrej no es el único cuando hablamos de modelos que no son lo que parecen. La actual cara de Givenchy y la “señora” que se besaba con Kate Moss en la portada de la revista Love es la modelo transgénero Lea T., quien comenzó su vida como Leandro. Una moda que nosotros no seguiremos.

FHM, "La mejor revista para hombres, con las mejores chicas, juegos, vídeos y entretenimiento en la red", publicó después una breve, brevísima nota disculpándose por las ofensas causadas (no especifican de qué tipo, no admiten qué errores cometieron).

Por otra parte, esta imagen de Andrej Pejic en la revista Dossier ha molestado tanto a la mayor librería de EEUU, Barnes & Noble, y al grupo internacional de librerías Borders que han pedido que se comercialice poniéndole una bolsa opaca para ocultar la portada.